Una mentira mil veces repetida… se transforma en verdad. ¡Combatamos el Separatismo!

Una mentira mil veces repetida… se transforma en verdad. ¡Combatamos el Separatismo!


Bochornoso espectáculo el que se vivió en Barcelona y que denota claros síntomas de enfermedad terminal de un país en crisis económica, moral y patriota. Si el separatismo no es un problema en España tal y como incomprensiblemente se empeñan algunos en hacernos creer, que venga Dios y lo vea y ya depaso que acabase con el problema.

Hay que acabar con quienes se han inventado las mentiras mil veces repetidas del separatismo catalán, con quienes se las han creído a pies juntillas y no tienen ningún rubor a salir a la calle a manifestarlo sin ningún rubor, con quienes permiten el aquelarre separatista de cada 11 de septiembre y con los políticos y jueces que no entienden que el separatismo es un crímen y debe ser castigado como tal.

A pocos días de las elecciones vascas, este tipo de manifestaciones aceleran la metástasis de uno de los mayores cánceres que sufre España.

No nos queda mucho tiempo para intentar articular una protesta conjunta por encima de cuestiones políticas, personales o estratégicas. La defensa de la unidad de España es cosa de todos los que estén dispuestos a defender esa unidad.