Con gran
éxito de asistencia la Asociación 1212 Memoria Navas de Tolosa ha desarrollado,
durante los días 6, 7 y 8 de julio, los actos principales de la conmemoración
del VIII Centenario de la batalla de Las Navas de Tolosa en el municipio
jienense de La Carolina.
Unas jornadas marcadas por la participación e
implicación tanto de los socios y asistentes, así como de los vecinos de La
Carolina y la pedanía de Las Navas de Tolosa y por el gran nivel académico y
científico de las conferencias.
Conforme al programa previsto las jornadas
daban comienzo el viernes día 6 a las 20:30 en el magnífico Palacio del
Intendente Olavide. El Palacio de estilo neoclásico data de 1770, estando su
interior totalmente reformado y habilitado con las últimas tecnologías. Los
asistentes se iban acreditando ante los voluntarios de la organización, un
eficaz equipo de más de veinte personas que sacrificaron su tiempo e incluso su
asistencia a las conferencias para encargarse de los puestos de venta de libros,
de las acreditaciones de los socios y de la atención a los medios de
comunicación, autoridades y asistentes. También se encargaron del
acondicionamiento y decoración de la sala de conferencias, con reproducciones de
los estandartes reales y de las órdenes de caballería y de cuidar al público más
joven durante las conferencias, pues fueron varias las familias enteras que se
acercaron hasta La Carolina, muchas con niños.
VIERNES 6 DE JULIO DEL
2012.
Luis Zapater Espi, Doctor en Derecho, profesor
universitario, reconocido jurista, Caballero Legionario en la reserva y
estudioso de la historia militar procedente de Valencia realizó una apasionante
exposición sobre “La batalla de Las Navas de Tolosa en la Historia”,
desarrollando magistralmente los antecedentes, desarrollo y consecuencias de la
misma. La conferencia duró casi dos horas, pero nunca se hizo larga por la amena
capacidad expositiva del conferenciante y las referencias a los paralelismos
actuales, muchas expresadas con aguda ironía. La exposición además se valió de
una proyección en power point en la que se pudieron ver imágenes de los lugares
de la batalla, de los trajes de época y grabados relacionados con la misma, así
como de unas detalladas imágenes que explicaban claramente todos los movimientos
de cada uno de los ejércitos durante la contienda.
Al abordar los antecedentes el Dr.
Zapater se refirió a los inicios de la Reconquista, en el contexto de una España
desunida y fragmentada por las traiciones –como la actual-- y su posterior
desarrollo hasta la batalla de Las Navas; a la realidad del Islam, señalando
como no se puede hablar de una única visión del mismo pero como en cualquier
caso la Umma (comunidad de creyentes) está llamada a imponerse sobre cualquier
poder temporal; al ejército invasor almohade, ajeno a la propia Al-Andalus,
establecido su centro de poder fuera de la Península y hostigando a los propios
mahometanos de Al-Andalus con una visión extremista y fanática del Islam, con el
consiguiente exterminio de los que no se sometieran a la misma. Realizó una
exégesis de las diversas crónicas de la batalla, tanto las procedentes del bando
cristiano como del mahometano y analizó las principales obras históricas que se
han ocupado de la misma. En el bando cristiano desarrolló los pormenores de la
unión de los reinos hispánicos en la batalla, rindiendo homenaje a las grandes
dotes diplomáticas y organizativas del Arzobispo Jiménez de Rada, primado de las
Españas (no obstante ese título se compartía –y aún hoy se comparte, pero sin
poder efectivo-- con el Arzobispo de Braga, en Portugal). Fue el Arzobispo
oriundo de Navarra el más fiel consejero de Alfonso VIII y auténtico impulsor de
la Cruzada de Las Navas de Tolosa, manteniendo firme el espíritu de unidad y la fe en la victoria hasta en las
circunstancias más difíciles. El inicio de la batalla, narrado con la ayuda de
las excepcionales proyecciones antes aludidas, comenzó con la deserción de los
flancos del ejército mahometano procedente de Al-Andalus; los mahometanos
oriundos de la Península preferían la victoria cristiana a seguir sometidos al
poder tiránico de los almohades. El desarrollo posterior de la misma enardeció
la atención de los presentes por la minuciosidad y entusiasmo de la narración,
donde los detalles técnicos militares se unían con hechos auténticamente
providenciales, junto a la voluntad de hierro de los caudillos cristianos que
determinaron la ulterior victoria cristiana. Como colofón el Dr. Zapater afrontó
las consecuencias de la batalla en su importancia decisiva para el fin de la
Reconquista y en última instancia para la recuperación de la identidad hispánica
de toda la Península.
Al tiempo que se desarrollaba esta
primera conferencia otro grupo de asistentes y voluntarios daban comienza en la
cercana pedanía de Las Navas de Tolosa al mural conmemorativo del VIII
Centenario de la batalla que se pintaría a lo largo de los tres días que duraron
las jornadas. La implicación de la pedanía de Las Navas de Tolosa fue total, y
sin ellos no hubiese sido posible llevar a cabo este proyecto. Contamos además
con el excepcional asesoramiento técnico del artista local José Miguel Scheroff,
así como con la colaboración de muchos jóvenes de La Carolina y Las Navas de
Tolosa que tomaron el pincel o la brocha y pusieron su aportación para llevar a
cabo este mural. Es necesario además agradecer especialmente a la señora
Eulogia, a Manoli Alcazar Fuentes y “a las mujeres de la exposición del VIII
Centenario” -entusiasta grupo de mujeres de Las Navas que han organizado por si
solas una completísima exposición sobre el VIII Centenario de la batalla- sus
atenciones y facilidades.
SABADO 7 DE JULIO DEL 2012.
Al día
siguiente, 7 de julio, el sr. Alcalde de La Carolina, don Francisco Gallarín,
dio unas palabras de bienvenida a los asistentes a las jornadas. No pudo estar
presente el día anterior por tener comprometida una intervención televisiva en
Madrid relativa a los actos conmemorativos del VIII Centenario de la batalla,
estando representado el Excmo. Ayto. el viernes por la Concejal de Juventud.
Posteriormente Víctor Ibáñez presentó la primera de las conferencias-coloquio,
tratando el hecho de “La unidad de los reinos hispánicos en la batalla de Las
Navas de Tolosa”. Por razones militares, la Reconquista, que comenzó siendo
defensa frente a un poder más fuerte, impuso una diversificación de potestades
que desembocaron en estructuras políticas con algunas peculiaridades sociales y
jurídicas, sin que en ningún momento se perdiera de vista la pertenencia a un
conjunto unitario. El retorno a la unidad política era contemplado como algo
necesario, superior. Los cinco Reyes que retuvieron en exclusiva este título,
consideraban su soberanía como algo que compartían al estar dotada de un origen
común: la vieja Hispania latino-goda. De ahí la falta de compartimentación. La
batalla de Las Navas es uno de los episodios más importantes de esa conciencia
unitaria hispánica. La desunión explicó la tremenda tragedia de la derrota de
Alarcos. Sin embargo la unión en Las Navas determinó la victoria. A continuación
Jorge Galán presentó a cada uno de los ponentes que abordaron la batalla desde
la singularidad y la unidad de cada uno de los reinos hispánicos.
El primero en hacerlo fue Santiago Abascal,
Licenciado en Sociología, ex parlamentario vasco y presidente de la Fundación
DENAES. Nacido en Bilbao, aunque de familia oriunda del Valle de Ayala en Álava,
no pudo dejar de comenzar su intervención señalando que “(…) Mal lo tienen los fanáticos
separatistas para poder ocultar que fue un vizcaíno, Don Diego López de Haro,
quien comandaba la primera línea de ataque de las fuerzas cristianas, y que
fueron soldados navarros quienes penetraron hasta el centro mismo de las tropas
musulmanas para descabezarlas matando a Miramamolín”. Para a continuación hacer
una disección de la historia de la batalla, de la necesidad de rememorar hechos
históricos como jalones que explican la existencia de la nación española
histórica (constituida por las generaciones pasadas, presentes y futuras) y de
la importancia simbólica de la misma como aglutinante de una conciencia nacional
ya existente y como referencia histórica desde siempre en la cultura española.
La fuerza de su disertación y la legitimidad de su ponente, defensor de España
en los territorios más hostiles y por ello objetivo él y su familia de los
criminales separatistas, levantaron una contundente ovación por parte del
público asistente.
Posteriormente el historiador navarro Pascual
Tamburri Bariain, Doctor en Historia, licenciado en Ciencias Políticas,
Sociología y Filosofía y Letras, profesor, investigador y columnista habitual de
varios medios de comunicación desarrolló con el estilo pedagógico que le
caracteriza la importancia de la participación del Reino de Navarra, atacada por
los manipuladores de la Historia nacionalistas y no suficientemente reivindicada
por los que se dicen defensores de la identidad navarra. Puso de manifiesto como
hace un siglo el ayuntamiento de Pamplona y la Diputación Foral de Navarra se
volcaron en la conmemoración del VII Centenario, mientras este año ha pasado
desapercibido. Explicó la intrínseca hispanidad del Reino de Pamplona,
posteriormente de Navarra, y como el aporte de los navarros, siendo el Reino más
alejado de la batalla y sin intereses territoriales, fue proporcionalmente igual
o superior al del resto de reinos en contienda. Se suele citar la presencia de
entre 250 y 300 caballeros navarros, pero se escamotea intencionadamente que
cada caballero llevaba aneja una tropa de entre 6 y 8 pajes, escuderos e
infantes. Además de los navarros que iban con su Rey a la cabeza hay que contar
los monjes guerreros cistercienses procedentes de Fitero y los navarros que ya
por aquel entonces ocupaban puestos de oficialidad dentro de los reinos de
Castilla y Aragón. Sin olvidar al auténtico padre espiritual de la Cruzada de
Las Navas de Tolosa, el Primado de las Españas Rodrigo Jiménez de Rada, navarro
de Puente la Reina.
Cerró las intervenciones Guillermo Rocafort,
madrileño de ascendencia valenciana, Caballero Legionario del Tercio Gran
Capitán, Abogado del Iltre. Colegio de Madrid, Licenciado en Ciencias Económicas
y Empresariales, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y escritor y
estudioso de la historia militar. Afrontó el aporte de la Corona de Aragón en la
batalla, desgranando en primer lugar la personalidad del Pedro II, llamado con
toda justicia “el Católico”. Pese a que buena parte de su reinado estuvo
enfocado a Occitania y a los territorios transpirenaicos no dudó en ningún
momento en cumplir su deber de Cruzada en Las Navas de Tolosa. Refiriéndose a
documentos de época, muchos de ellos disposiciones testamentarias recientemente
estudiadas en la Biblioteca Nacional nos introdujo en el espíritu de Cruzada que
se vivía en los territorios de la Corona de Aragón en los momentos previos a la
batalla. Los hombres de aquella Corona se desapegaban de cualquier interés
material para partir a luchar y morir por un interés superior. Una psicología
difícil de entender con los parámetros actuales de materialismo y hedonismo pero
en la que reposaba la más grande de las alegrías y felicidades por la conciencia
de saberse cumplidores del deber. Explicó el modo de actuar de los almogávares,
constituidos como una auténtica meritocracia en la que las acciones de guerra
determinaban el ascenso social y el ennoblecimiento, frente al carácter
simbólico y frívolo de muchos títulos nobiliarios actuales. Como corolario
refiriéndose a las mismas fuentes y documentos históricos se demostró como ya
hace 800 años, ya fuese en lengua
aragonesa, occitana o catalana en la Corona de Aragón se tenía presente como se
pertenecía a una misma comunidad hispánica.
Acto seguido, se abrió un turno de preguntas e
intervenciones por parte de los asistentes.
Al acabar esta primera conferencia coloquio se
disfrutó de una comida de hermandad en un restaurante cercano, saboreando lo
mejor de la gastronomía de la zona, destacando el aceite de oliva y el delicioso
paté de perdiz. La comida sirvió para continuar las conversaciones sobre la
batalla en un tono más distendido.
Por la tarde la primera de las conferencias
coloquio volvió a reunir a tres grandes estudiosos de la batalla en la
conferencia-coloquio “Reivindicación de la batalla de Las Navas, hoy”. Luis
Zapater y Pascual Tamburri, que previamente ya habían intervenido, junto con
Ángel de la Iglesia, editor y escritor de temática histórica y militar
procedente de Madrid. Presentados por Luis Castillo comenzó interviniendo Ángel
de la Iglesia, abundando y complementando los detalles históricos anteriormente
explicados en otras explicaciones, señalando las diversas interpretaciones que
la historiografía ha realizado sobre la batalla y deteniéndose en la aportación
voluntaria de las milicias de los Concejos castellanos. Frente a una injusta
visión sobre Castilla demostró la organización del Reino de Castilla se podría
asemejar, usando terminología actual, a una democracia rural que tenía su máxima
expresión en las Comunidades de Villa y Tierra donde hombres libres se
mancomunaban para la defensa de los intereses de sus municipios e igualmente se
alistaban libremente como voluntarios para ir a combatir junto a su Rey. Tuvo
asimismo una reflexión sobre el Reino de León, que sí que estuvo efectivamente
representado en la batalla por caballeros voluntarios, así como el Reino de
Portugal, en aquel entonces un reino hispánico más, pese a la ausencia de su
Rey. Puso el fin de la Reconquista en el año 1609, con el edicto de expulsión de
los moriscos, refiriéndose a la inadaptación de esa minoritaria comunidad que
pese a haberse bautizado seguía con su antigua religión siendo una auténtica
quinta columna de los piratas berberiscos, generando episodios tan trágicos como
la guerra de las Alpujarras.
Luis Zapater que por la mañana tuvo ocasión de
visitar los campos en que se desarrolló la batalla, así como un denominado
“museo y centro de interpretación de la batalla de Las Navas de Tolosa” hizo una
reivindicación de la misma frente a las sempiternas manipulaciones.
Particularmente la de este “centro de interpretación” ante el que cualquier
persona con un poco de criterio quedaría horrorizada por el cúmulo de mentiras e
interpretaciones totalmente capciosas que contiene. Se refirió a la importancia
simbólica que tuvo la batalla posteriormente al desarrollo de la misma, y a su
importancia en la literatura (desde las crónicas hasta el “Poema heroico de Las
Navas” de Cristóbal de Mesa, pasando por los cantares de los juglares occitanos
y de los varios poemas sobre Las Navas en aquella lengua de la Corona de Aragón)
o en la pintura (fundamentalmente en las escuelas del siglo XIX).
Pascual Tamburri hizo un llamamiento a superar
los complejos históricos, afrontando la historia tal y como fue, sin
interpretarla a la luz de la mentalidad actual, sino en el contexto histórico de
cada hecho histórico, estudiando las fuentes sin mistificaciones. Por si sola la
batalla de Las Navas es una representación de la preeminencia de unos valores
que en cierto modo son eternos o al menos se repiten en determinadas épocas
históricas que constituyen una auténtica epopeya y un enorme tesoro patrimonial
histórico para los españoles.
La última de las conferencias coloquio abordó
“La batalla de Las Navas de Tolosa y el freno del expansionismo islámico”. Un
reciente artículo del académico Luis Suárez sobre la batalla de Las Navas de
Tolosa, además de la fundamentada explicación histórica ponía de manifiesto los acusados
paralelismos entre el expansionismo islámico de hace 800 años y el actual.
Actualmente, como en 1212, la visión más radical del Islam continúa su
expansionismo. Recientemente ha sido noticia la inmolación de un ceutí de origen
marroquí y religión musulmana en un ataque suicida contra el ejército sirio.
Imanes de mezquitas en España hablan impunemente de maltratar a las mujeres, en
diversos puntos de Cataluña funcionan tribunales islámicos que imponen a los
musulmanes únicamente la sharia frente a nuestro Estado de Derecho, e incluso ya
se han dado casos de ablación en España. A nivel europeo, en plano corazón de
Europa, tenemos el caso de Kosovo, invasión ilegítima de un territorio serbio
para construir un Estado narcoterrorista previo exterminio de la población
autóctona y cristiana. Y a nivel internacional vemos como las llamadas
“primaveras árabes” lo que realmente esconden es el ascenso de los
fundamentalistas islámicos. En Las Navas de Tolosa se frenó a la versión más
radical de ese expansionismo islámico. Se le derrotó y no quedó huella real ni
efectiva de él, más que pequeños restos que deben de ser ubicados en la
arqueología. Laia Vilaltella, de Castellón, presentó a los
ponentes.
Jorge Galán desarrolló una ponencia escrita por
Jesús Lainz sobre el mito de las tres culturas, acabando su intervención con un
canto a la hispanidad de Andalucía frente al mito interesado y absurdo de hacer
de los reinos del sur de la Península una mezcla de elementos árabes y
mahometanos. Pablo Barros, de Vigo, leyó una ponencia de los profesores Joan
Gilabert y Santiago de Andrés sobre la repoblación en la Andalucía Bética, fruto
de varios años de investigación sobre el terreno. La misma demuestra de un modo
científico, concluyente e inapelable como la identidad de los andaluces es
plenamente europea. Junto a los datos históricos de la repoblación aportaron
diversos estudios genéticos desarrollados en los últimos años, especialmente Alu
insertion polymorphisms in NW Africa and the Iberian Peninsula: evidence for a
strong genetic boundary through the Gibraltar Straits. Hum Genet 2000,
107:312-319. Nicholas y Juana Lahovary,
Historia primitiva y actual de la península hispánica a la luz de los análisis
sanguíneos. Actas y memorias de la Sociedad española de antropología, etnografía
y prehistoria. Tomo XXIV, cuadernos 1-4.
Entre los asistentes a las conferencias hubo
socios llegados desde los puntos de España, entre otros Luis Carlón y Luis
González Vita, dirigentes de la A.C.T. Fernado III El Santo de Palencia, del
Foro Sevilla Nuestra que fletaron un mini bus desde la capital hispalense para
los actos del sábado, Alfonso Rojas y miembros del Círculo de Amigos de las
Fuerzas Armadas de Jaén, miembros de la asociación cultural Cassia de
Torredonjimeno, de la asociación de Arqueología y Genealogía del Reino de Jaén,
varios cronistas de municipios cercanos, de la ONG Solidaridad Kosovo --uno de
cuyos miembros nos habló de su experiencia como cooperante en un reciente
cargamento de ayuda humanitaria a esta región serbia hoy día sometida
ilegítimamente a un Estado narcoterrorista islámico-, de la Asociación
Adelantada de Melilla, que hizo obsequio de una figura de don Pedro Estopiñan,
conquistador de Melilla en 1497, de la asociación deportiva Timbaler del Bruc de
Barcelona y Gerona, de la asociación sociocultural Leyre de Navarra, así como
amigos de Madrid, Toledo, La Rioja, Santander, Albacete, Ciudad Real, Valencia,
Alicante, Vigo, Cartagena, Alcalá de Henares, Asturias, Zaragoza, Algeciras,
Cáceres, Granada, Málaga, etc. En definitiva un entusiasta grupo de españoles
que no renuncia a su identidad histórica.
Al finalizar las conferencias parte de los
asistentes se trasladaron a la cercana pedanía de Las Navas de Tolosa. Los
últimos rayos de sol se ponían por los montes de Sierra Morena y daba comienzo
una marcha silenciosa que partió de la plaza mayor hasta el monumento a la
batalla situado en la entrada del pueblo. La comitiva iba encabezada por el Primer Teniente de Alcalde y los mandos
de la Guardia Civil de La Carolina. Tras ellos unos portaestandartes con los
tres reinos hispánicos cuyos reyes enarbolaron pendón real en la batalla y
detrás los estandartes de las cuatro órdenes de caballería. El resto de la
comitiva iba detrás, en silencio, con antorchas a los lados y con buena parte de
vecinos de la pedanía cerrando la misma. En el monumento esperaba el sr. Alcalde
de La Carolina y demás autoridades, junto a un joven miembro de nuestra
asociación tocando. Cuando la marcha llegó al monumento otro miembro de la
asociación leyó unos versos históricos mientras seguía sonando la
flauta:
Hispánicos pendones orgullosos, hacia la muerte
van cien mil valientes gorjales acerados y fulgentes que marchan a Tolosa
presurosos. Son hombres por carácter animosos espíritus guerreros tan ardientes
que cargan y se baten imprudentes saliendo de los llanos y montes victoriosos
Tierra de sangre baña en las entrañas reconquistadas con espada y lanza cantado
por juglares, remembranza, palabras de emoción y cirigañas Gestas de gloria para las Españas herencia de
futuro, de esperanza.
Después Gonzalo, otro joven miembro de la
asociación, arengó a los presentes con unas palabras llenas de fondo y
sentimiento. Empezó cantando las glorias de España para acabar denunciando las
miserias presentes. El alcalde de La Carolina inauguró una placa conmemorativa
del VIII Centenario de la batalla sufragada por la asociación, dando unas
palabras de agradecimiento.
En la Plaza Mayor de la pedanía se compartió
una nueva cena de confraternización, disfrutando en un ambiente distendido hasta
bien entrada la noche de todos los buenos sentimientos acumulados a lo largo de
una jornada tan histórica.
Los actos concluyeron al día siguiente con una
Santa Misa en sufragio por los muertos en la batalla de Las Navas. El párroco,
don José Luis, en su homilía reflexionó sobre la fundamentación católica de
España y su unidad, recordando la gesta católica de la Cruzada de Las Navas de
Tolosa. En las preces precisamente se tuvo presente a España y a los que
lucharon en aquella batalla. Pilar, miembro de la asociación procedente de
Valencia y soprano cantó durante la Santa Misa varias piezas de música
sacra.
Para finalizar parte de los presentes se
acercaron a ver el mural terminado, dándose unas palabras de despedida y
agradecimiento por parte de los organizadores. En un ambiente de alegría y
hermandad los allí presentes se despidieron con la satisfacción de haber
cumplido con el deber de recordar a los que nos precedieron y gracias a los
cuales hoy en día somos lo que somos.
Crónica y fotos extraídas de: http://memorianavasdetolosa.blogspot.com.es/2012/07/cronica-y-fotos-de-los-actos-centrales.html