“Yo quiero ser español y sólo español; yo quiero hablar el idioma
de Cervantes; quiero recitar los versos de Calderón, quiero teñir mi fantasía
en los matices que llevan disueltos en sus paletas Murillo y Velázquez; quiero
considerar como mis pergaminos de nobleza nacional la historia de Viriato y del
Cid; quiero llevar en el escudo de mi Patria las naves de los catalanes que
conquistaron a Oriente y las naves que descubrieron el Occidente; quiero ser de
toda esta tierra, que aún me parece estrecha, sí; de toda esta tierra tendida
entre los riscos de los montes Pirineos y las olas del gaditano mar; de toda
esta tierra redimida, rescatada del extranjero y sus codicias por el heroísmo y
el martirio de nuestros inmortales abuelos. Y tenedlo entendido de ahora para
siempre: yo amo con exaltación a mi Patria, y antes que a la libertad, antes
que a la república, antes que a la federación, antes que a la democracia,
pertenezco a mi idolatrada España”.